A mediados de siglo, los Hijos de Bautista Mechó se aventuraron a comercializar los productos de la tierra y la empresa empezó a prosperar. Las cosechas de verduras, frutas, melones y sandias en verano y las naranjas y clementinas en invierno alimentaban un negocio incipiente, avalado por los conocimientos y la calidad de las cosechas. Se construyó el viejo almacén para manufacturar la fruta y preparar los envasados. La empresa después de avatares diversos ha llegado a nuestros días con más fuerza que nunca bajo el nombre de BOYQUEL, con unas marcas de prestigio consolidado, reconocidas en el mercado por su calidad y compromiso con el medio ambiente.
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